Coloca la sémola fina, la harina, la levadura, el azúcar, la sal, el aceite de oliva y el agua tibia en un recipiente hondo. Mezcla bien.
Amasa la masa durante 10-12 minutos hasta que esté suave. Cubre la masa y déjala reposar durante 1 hora en un lugar cálido en casa, o hasta que duplique su tamaño.
Divide la masa en 12 piezas iguales de 83 gramos cada una.
Toma una pieza de masa y extiéndela ligeramente con un rodillo.
Espolvorea un poco de sémola fina en un plato y pasa la masa por ella, pero solo por un lado. Haz incisiones o un patrón en la masa con un cuchillo afilado antes de que suba.
Deja que la masa suba durante 30 minutos o hasta que duplique su tamaño.
Pela y corta las papas en cubos pequeños y colócalas en un recipiente hondo. Agrega sal y mezcla bien. Fríe los cubos de papas durante unos 5-7 minutos hasta que estén dorados a 175 ℃ (dependiendo del nivel de crujiente y color dorado deseado). Escurre los cubos de papas sobre papel de cocina.
Coloca el pan en un horno precalentado a 230 ℃ y hornea durante 8-12 minutos. Vigila el tiempo de cocción, ya que cada horno funciona de manera diferente.
Calienta el aceite de oliva junto con la mantequilla en una sartén a fuego medio-alto. Agrega la cebolla amarilla picada y fríe durante 4 minutos, o hasta que los bordes estén dorados. Agrega los cubos de papas fritas, ras el hanout, pimienta de cayena y sal. Mezcla bien y cocina por otros 5 minutos.
Transfiere las papas a un recipiente hondo. Agrega la mayonesa y la salsa hara hara. Mezcla hasta que esté combinado.
Abre los panes por la mitad y agrega la mezcla de papas.
